despierta el angel que hay en ti - Myriam Delfini

 

 


Las plegarias, rezos y súplicas que ya se encuentran ordenadas (es decir, el texto universal de la Tefilá), las conocen todos los ángeles malos y dañinos y ellos se encuentran acechando en la ruta de ascenso de las mismas.

 

Sin embargo, cuando se transita por rutas nuevas y desconocidas, ahí no acechan.
Por eso, el HITBODEDUT, la conversación privada con el Creador que la compone cada uno en el momento, es mucho más seguro y efectivo. (Likuté Moharán 2-97).

 

 

Schlomó Hamelej dice: "aunque io´s no exista, habría que inventarlo; porque Dios es necesario para el hombre, la fe en Dios es un elemento esencial para que el hombre pueda llevar adelante sus proyectos, para que pueda combatir y sobrellevar, pasar los obstáculos que se llevan en la vida.

 

 

Sin la fe, sin la emunáh, el hombre carece de fuerzas para luchar, para convivir, para conseguir lo que desea. Por más que tenga una cultura, una preparación, una profesión, que sepa cómo manejarse en las distintas situaciones; es necesario, es indispensable, la fe, "creer en Dios".

 

 

Hay mucha gente que piensa que tiene fe en Dios, que cree en Dios. "Piensa" que tiene fe, pero esa fe debe materializarse de alguna manera, debe ponerse en práctica, debe ponerse de manifiesto. Una fe, simplemente de la boca para afuera, no es fe en Dios.

 

Nos encontramos con ese grupo de gente que dice que tiene fe en Dios, y en realidad, no tiene tanta fe en Dios; y hay otro grupo de gente que dice que no cree en ios ¿conocen esa gente también? Y también podemos decir de esa gente que lo dice de la boca para afuera; pero en realidad en su interior, sí creen en D´s y tienen fe.

 

 

Es muy difícil encontrar un ser humano que aún en los momentos más difíciles, en los momentos últimos, no se acuerde de Dios. Cuentan sobre un rey de Israel, que se llamaba "Menashé". Menashé era el hijo del Rey Hiskiahu, descendiente de David.

 

 

Hiskiahu era un Rey Tzadik, un rey piadoso que había realizado una campaña de educación a toda la nación judía. Se dedicó exclusivamente para formar a los niños en el camino del bien, de la ética, de la moral, de las tradiciones.

 

Ese fue Hiskiahu. Lamentablemente, este rey tuvo un hijo que se llamaba Menashé, y después tomó el trono de su padre, y Menashé era la antítesis de su padre. Menashé era un rey malvado.

 

No solamente no deseaba él hacer el bien, sino que tampoco permitía que los demás lo hicieran.

 

Durante 50 años, comenta el Tanaj (la Biblia) que Menashé pecó e hizo pecar al pueblo y no quedó rastros ni siquiera de lo que su padre había sembrado, de lo que su padre se había esforzado por elevar el nivel moral del pueblo.

 

A tal punto, que Menashé, cuenta la Biblia, que aquellas personas que se ponían Tefilim o que tenían en su casa un Sefer Torá eran condenadas a muerte.

 

No se permitía la tradición, la ética, la moral. En una oportunidad a Menashé, en una de sus guerras, lo tomaron prisionero los enemigos, y como era tan malo era con Dios y con los semejantes, también era malvado y cruel con sus enemigos. En las batallas que tuvo, él fue muy cruel con los enemigos de Israel.

 

No se limitaba a vencer en la batalla, sino también gozaba haciendo sufrir a sus enemigos.

 

Cuando lo atraparon sus enemigos, se quisieron vengar de lo que él había realizado. Cuenta el Tanaj, que lo colocaron a Menashé en una especie de olla gigante. Y esta olla era como un colador, tenía orificios en su base.

 

Y la apoyaron sobre una enorme fogata y lo empezaron a cocinar a Menashé. Como el fuego no penetraba tanto, no se moría Menashé. No sufría del calor ni de las quemaduras. Menashé no creía en Dios, él "decía" que no creía en Dios.

 

Sufrió tanto en ese momento, cuenta el Tanaj, que empezó a invocar a todos los dioses existentes, para que lo salven del sufrimiento, y cuando ningún Dios lo salvó, empezó a invocar a Dios Todopoderoso, el Dios de Israel.

 

"Si vos sos el Dios...(empezó a hablar con El como si fuera que lo conocía, que creía en El). Cuenta el Midrash y ya no el Tanaj, los entretelones de lo que está relatado en el Tanaj (la Biblia) o sea, hay ciertos acontecimientos, que son más detalles de lo ocurrido, que no están relatados en el Tanaj.

 

 

Cuando rezó Menashé, los ángeles obstruyeron todos los caminos por los cuales son conducidos los rezos al cielo. Hay ciertos caminos celestiales o espirituales, senderos, por los cuales nuestros rezos y nuestros pedidos llegan; en esos senderos hay ángeles que analizan de quien es el remitente del pedido, de dónde viene.

 

Si es un hombre que tiene méritos, que no tiene méritos, si hizo una mitzvá (cumplió con los preceptos). Entonces, no dejan llegar cuando es un pecador, las cartas al correo central.

 

Pero a veces, uno reza y todos los senderos absorben el pedido. Y puede ser que haya un ángel, que sea menos estricto que el otro; y uno obstruye el rezo, el otro no lo obstruye; al final, de alguna forma llegan los rezos.

 

Todos los ángeles del universo se pusieron de acuerdo en cerrar en ese momento todos los senderos de los rezos y no permitir que penetre en el cielo ningún rezo de ningún ser humano.

 

 

Por las dudas de que llegue a entrar equivocadamente el rezo de Menashé. Dios que hizo: Dios creó un sendero nuevo en ese momento. Un sendero nuevo que los ángeles no lo conocían; y la tefilá (oración) de Menashé entró en ese sendero y llegó hasta Dios.

 

Porque Dios a pesar de que 50 años pecó e hizo pecar al pueblo, cuando un hombre retorna al camino del bien, Dios lo acepta. Y entonces escuchó su plegaria y el Tanaj cuenta que el milagro fue que la olla con los orificios, empezó a flotar, volar, y aterrizó en el jardín de su palacio.

 

 

Y cuando volvió Menashé a su palacio, hizo teshuvá (retorno a Dios), volvió al buen camino y empezó a tratar de remediar los errores que había cometido. Entonces, Menashé 50 años dijo: "yo no creo en Dios" y al final ¿qué nos dimos cuenta? Que sí creía en Dios.

 

 

Porque sino, el rezo de él no hubiera llegado. Si él, simplemente hablando, Dios no le iba a crear ese sendero. El habló de verdad, el rezó con el corazón, porque sentía a Dios dentro de él. Por eso, que no se crea aquél que no cree en Dios, que no cree, en realidad cree. Solamente que no tiene el coraje de verbalizarlo porque comprende que decir "creer en Dios implica muchas responsabilidades y compromisos".

 

En definitiva, todos creemos en Dios, pero no tanto. No hay nadie que no crea en Dios y no hay muchos que creen profundamente en Dios.

 

 

Puedes elegir crear tu propia oración, tu nuevo sendero de comunicación hacia Dios, a través de sus fieles ejecutores, los Arcangeles de cada Sefira y Angeles que trabajan en cada Sefira conocidos como Coros Angelicos.

 

Según tus necesidades, aquí tienes una guia de las virtudes que derraman los Arcangeles Regentes de cada Sefira - Planeta.